Sé tú
Pilar Elorza "Poio"
Editores: LAILA BOUHMARA, ALBA MARTINEZ
Mucha gente hace daño a los demás sólo para sentirse mejor, solo para sentirse superiores. Esta gente es la que no tiene amigos de verdad, la que piensa que así habrá algún amigo. Os voy a explicar una historia, una historia que os hará pensar cuánto daño hacéis a la gente, a los que insultáis y que no os han hecho nada.
Era una mañana soleada, un día perfecto para salir con los amigos después del instituto. Maria, una chica de 15 años, inteligente, guapa y simpática, iba caminando por la calle hacia su autobús cuando le sonó el móvil: en numero privado alguien la estaba llamando. Cogió la llamada y se escuchaba a alguien de fondo gritando insultos como si nada, Maria colgó el teléfono, pero al llegar al instituto, mucha gente la miraba de reojo, riendo y diciendo cosas de ella de manera que no lo escuche. Ella siguió su camino hacia clase.
Al llegar en cuanto entro, todo el mundo callo y la miró durante un buen rato, Maria, nerviosa, se sentó en su silla y detrás se oían las vocecillas que, obviamente, hablaban de ella. Al abrir su taquilla encontraba notas, al ir de clase en clase no podía ni agacharse para coger algo que se le había caído. Resulta que alguien había escrito cosas malas de ella, todas mentira, en las redes sociales, ya sea Facebook, Twitter o Ask. En todas de manera anónima.
La dejaron de lado sus amigos, aunque no todos. Sergio y Cris, amigos suyos desde el jardín de infancia, sabían que todo aquello no era verdad, sabían que todo lo que había puesto aquel anónimo en esas redes eran mentiras.
En clase, el profesor tenía que hacer callar a los compañeros ya que no paraban de insultar a María, en casa, ni siquiera podía coger el móvil porque lo encontraba lleno de calumnias sobre ella, en la calle no podía dar un paso sin que alguien murmure algo.
Pasaron meses desde que aquel anónimo publicó aquellas cosas sobre la chica, pero nadie paraba de hablar a sus espaldas. Sergio y Cris, hacían todo lo posible para que María no se sintiera mal, pero nada funcionaba, nada podía hacer que se sienta mejor, así que empezaron a buscar al culpable.
Pasaron dos semanas, María ya no salía de casa ni para ir al instituto, ¡ daba clases en su casa! Ya habían preguntado a casi todo el pueblo, faltaba una sola casa, la casa de Andrea, una chica a la que María había superado en muchas cosas, como por ejemplo un concurso de escritura al que los profesores presentaros a las dos mejores de clase. María y Andrea. María acabó ganando el concurso y Andrea sintió envidia por ella, que también la super aba en las notas de los exámenes, y en muchos más aspectos. Sergio tocó el timbre de la clase de Andrea y salió la madre. Cris preguntó por Andrea. Al ver a los dos jóvenes en la puerta de su casa, Andrea, bajo la presión,confesó. Ella había escrito todas esas cosas sobre María, Pero no era su intención hacerle tanto daño, todo esto se le había ido de las manos. Seguidamente, Sergio recibió un mensaje de vídeo, en directo, María explicaba que se iba a tirar desde el edificio más alto del lugar, que ya no podía más con todo aquello, que aunque intentaba ser ella, no podía más.
Los tres chicos, corrieron hasta el edificio y allí estaba María, llorando mirando hacia el cielo, sentada en el suelo. En cuanto vio a los tres, rápidamente se levantó, pero consiguieron detenerla antes de que saltara. Le explicaron todo lo que habían hecho, que Andrea era el anónimo, pero aquello que habían hecho no se podría arreglar. Una semana después, María volvió a su instituto. Al llegar, vio a todos los compañeros que habían hablado mal de ella, arrepentidos de todo. Andrea les explicó todo lo que había pasado y ellos lo comprendieron. Todos pidieron perdón y María pudo volver a su vida normal.
Esta historia va dirigida a todas aquellas personas que llegaron hacer algo similar. En este caso, María tuvo suerte al tener amigos que la apoyaron, pero hay otra gente no la tiene, así que a estas personas, pensad antes de hacer las cosas porque podéis llegar a hacer mucho daño.
Mucha gente hace daño a los demás sólo para sentirse mejor, solo para sentirse superiores. Esta gente es la que no tiene amigos de verdad, la que piensa que así habrá algún amigo. Os voy a explicar una historia, una historia que os hará pensar cuánto daño hacéis a la gente, a los que insultáis y que no os han hecho nada.
Era una mañana soleada, un día perfecto para salir con los amigos después del instituto. Maria, una chica de 15 años, inteligente, guapa y simpática, iba caminando por la calle hacia su autobús cuando le sonó el móvil: en numero privado alguien la estaba llamando. Cogió la llamada y se escuchaba a alguien de fondo gritando insultos como si nada, Maria colgó el teléfono, pero al llegar al instituto, mucha gente la miraba de reojo, riendo y diciendo cosas de ella de manera que no lo escuche. Ella siguió su camino hacia clase.
Al llegar en cuanto entro, todo el mundo callo y la miró durante un buen rato, Maria, nerviosa, se sentó en su silla y detrás se oían las vocecillas que, obviamente, hablaban de ella. Al abrir su taquilla encontraba notas, al ir de clase en clase no podía ni agacharse para coger algo que se le había caído. Resulta que alguien había escrito cosas malas de ella, todas mentira, en las redes sociales, ya sea Facebook, Twitter o Ask. En todas de manera anónima.
La dejaron de lado sus amigos, aunque no todos. Sergio y Cris, amigos suyos desde el jardín de infancia, sabían que todo aquello no era verdad, sabían que todo lo que había puesto aquel anónimo en esas redes eran mentiras.
En clase, el profesor tenía que hacer callar a los compañeros ya que no paraban de insultar a María, en casa, ni siquiera podía coger el móvil porque lo encontraba lleno de calumnias sobre ella, en la calle no podía dar un paso sin que alguien murmure algo.
Pasaron meses desde que aquel anónimo publicó aquellas cosas sobre la chica, pero nadie paraba de hablar a sus espaldas. Sergio y Cris, hacían todo lo posible para que María no se sintiera mal, pero nada funcionaba, nada podía hacer que se sienta mejor, así que empezaron a buscar al culpable.
Pasaron dos semanas, María ya no salía de casa ni para ir al instituto, ¡ daba clases en su casa! Ya habían preguntado a casi todo el pueblo, faltaba una sola casa, la casa de Andrea, una chica a la que María había superado en muchas cosas, como por ejemplo un concurso de escritura al que los profesores presentaros a las dos mejores de clase. María y Andrea. María acabó ganando el concurso y Andrea sintió envidia por ella, que también la super aba en las notas de los exámenes, y en muchos más aspectos. Sergio tocó el timbre de la clase de Andrea y salió la madre. Cris preguntó por Andrea. Al ver a los dos jóvenes en la puerta de su casa, Andrea, bajo la presión,confesó. Ella había escrito todas esas cosas sobre María, Pero no era su intención hacerle tanto daño, todo esto se le había ido de las manos. Seguidamente, Sergio recibió un mensaje de vídeo, en directo, María explicaba que se iba a tirar desde el edificio más alto del lugar, que ya no podía más con todo aquello, que aunque intentaba ser ella, no podía más.
Los tres chicos, corrieron hasta el edificio y allí estaba María, llorando mirando hacia el cielo, sentada en el suelo. En cuanto vio a los tres, rápidamente se levantó, pero consiguieron detenerla antes de que saltara. Le explicaron todo lo que habían hecho, que Andrea era el anónimo, pero aquello que habían hecho no se podría arreglar. Una semana después, María volvió a su instituto. Al llegar, vio a todos los compañeros que habían hablado mal de ella, arrepentidos de todo. Andrea les explicó todo lo que había pasado y ellos lo comprendieron. Todos pidieron perdón y María pudo volver a su vida normal.
Esta historia va dirigida a todas aquellas personas que llegaron hacer algo similar. En este caso, María tuvo suerte al tener amigos que la apoyaron, pero hay otra gente no la tiene, así que a estas personas, pensad antes de hacer las cosas porque podéis llegar a hacer mucho daño.
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