El único recuerdo de mi padre

ARNAU CAMPOS

25/12/01

Cuando me desperté, vi el sol como cada mañana. Llevo viviendo en el hospital más de 65 años. Cuando tenía 16 años me detectaban una enfermedad y mis padres me abandonaron aquí, en el hospital de San Pablo, Madrid. Hace ya casi 28 años que mi hermano menor Juan dejó de visitarme. Me gustaría saber cómo se encuentra, y si está vivo o muerto. La semana pasada se cumplieron 16 años de la muerte de mis padres.

En estas épocas mágicas del año todos pacientes del hospital incluso yo, estamos muy contentos, porque cada año, han venido los pequeños de Master Chef para cocinarnos la comida de Navidad. Era impresionante cómo cocinaban. Cuando era pequeño, jugaba en la federación madrileña de tenis mesa. También, iba al parque a jugar a fútbol con mis amigos. Algún día, me gustaría volver a jugar como lo hacía antes.

Dedico la mayoría de mi tiempo libre a jugar a ajedrez o al parchís con mi compañero de cuarto Pepe.

Perdón, por no haberme presentado aún, me llamo... Aparte de tener cáncer y muchos otras cosas, creo que también tengo Alzheimer, pero no me acuerdo muy bien.

Para mí y para Pepe cada día que pasa se nos hace interminable. Se acerca el fin del año y seguramente será igual de aburrido como siempre. Cada año los de secretaría, beben y beben hasta que se emborrachan y la política tiene que intervenir. Podríamos decir que es un hospital de “ viejos locos y borrachos ”. Para el día de reyes me gustaría desear la muerte. Ya estoy harto de hacer cada día lo mismo y encima en mis condiciones.

31/12/01 FIN DE AÑO

Los días pasaron, y al fin llegó al fin de año, fue tal como lo había previsto: aburrido y loco como cada año. Lo único diferente fue que los de la limpieza quemaron un contenedor y tuvieron que venir los bomberos, aparte de la policía clara. Por cierto, no me comía las 12 uvas desde hace décadas. Esta noche recordé que, hace 65 años en casa de esa amiga quien no recuerdo el nombre me lo pasé en grande en su habitación.

6/1/01 DIA DE REYES

Finalmente el día de reyes, llegó. No os podéis creer lo que me regaló mi compañero de habitación. Efectivamente, me regaló un balón de fútbol, pero al lado había una nota que ponía: al final del pasillo de la sexta planta, al lado del habitación 116 te he dejado otro regalo.

No me lo podía creer! Era una mesa de tenis mesa!

Ese día fue el mejor de toda mi vida en el hospital. Le di las gracias a Pepe y volví a mi habitación porque me dolía el pecho.

Hola, soy Pepe el compañero de habitación de Juan, escribo en su diario porque ayer murió de un ataque al corazón mientras descansaba en su cuarto.

- Hija mía estas fueron las navidades de tu abuelo.

- Papa, ¿ Llegastes a conocer a tu padre?

- No nunca, pero me habría gustado verle aunque hubiera sido una vez. Parecía un gran hombre.

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